miércoles, 12 de noviembre de 2014

QUETAL UNA MINIGUIA PARA CUIDAR NUESTRO PLANETA



Desde hace 40 años, aproximadamente, se fortalece la generación de papás con conciencia ambiental, comportamientos sostenibles o coloquialmente llamados ‘ecológicos’, capaces de sembrar y cultivar huertas en sus casas, reciclar acertadamente, reducir el consumo de agua y de luz, sembrar árboles, velar por el bienestar de los animales y hasta construir casas inteligentes.
Son familias que se informan y se vuelven especialistas en el cuidado del medio ambiente a través de Internet y las campañas de las Alcaldías locales; se arriesgan a probar, ensayar y fallar en el intento para aprender y enseñar a sus hijos de manera creativa.
Es una nueva generación que tras haber crecido en sectores más urbanos y tener menor contacto con la naturaleza, generan la necesidad de que sus hijos crezcan rodeados de más naturaleza. Además, son conscientes de que sus primogénitos deberán afrontar las consecuencias del cambio climático, la contaminación, pérdida de la biodiversidad y del agua.
Son papás preocupados por el bienestar de sus hijos, y una solución es que los pequeños crezcan con mayor conciencia ambiental. Los llena de esperanza que sus hijos nazcan con un chip diferente.
¿Qué implica ser ‘ecológico’? Lo primero es que no es moda sino una necesidad, un estilo de vida que se prevé dejará beneficios futuros. Si las personas no cambian su forma de pensar, es probable que aumenten los problemas ambientales y las consecuencias serán innumerables.
Las acciones ambientales que se emprenden en casa comienzan por apagar un bombillo, reducir el tiempo en la ducha, tener una huerta en casa, entre otras.

Como formar niños verdes: Una miniguia para padres

La mayoría de estas prácticas se dan porque previamente se incentivaron en casa o en el colegio. También porque a través de los medios de comunicación se ha difundido numerosa información sobre la globalización, el impacto ambiental, el deterioro de la capa de ozono y la contaminación de los ríos, lo que ha generado mejor conciencia sobre su impacto en la cotidianidad.
Así, los buscadores en Internet se han convertido en grandes aliados, tanto para la recolección de información como para la puesta en marcha de cada uno de los proyectos. A su vez, las redes sociales también han desempeñado un papel determinante en la transmisión de información. A través de los ‘memes’ (idea que se populariza a través de Internet), post de los usuarios con consejos útiles para el medio ambiente, canciones, videos, tutoriales, entre otros, los padres pueden acceder a información de utilidad para poner en práctica en sus hogares.
Investigar el tema y tener una formación autodidacta les permitirá poner en práctica amablemente nuevas y novedosas propuestas desarrolladas por iniciativas propias. Esta educación no formal permitirá que se refuercen hábitos y costumbres ecoamigables, los infantes adquieran disciplina y hábitos saludables.Ahora bien, para Quintana toda esa información conlleva a que exista mucho ruido informativo, es decir, se diga tanto pero los adultos entiendan poco de la problemática ambiental que se vive actualmente y “todo se quede en el aire. La única forma que surta efecto en los hogares es investigando y no quedarnos en las cadenas virales de Facebook, sino destinar tiempo y espacio en pro de un mejor medio ambiente”.

Guía para separar la basura y reciclar en casa

Actualmente, en los colegios y universidades se han abierto nuevos espacios de comunicación orientados a dialogar sobre las nuevas dinámicas ambientales, investigar sobre este tema e incorporar a las familias. Esto ha permitido que la nueva generación de hombres y mujeres tenga mayor conciencia sobre estos asuntos.
Además no es lo mismo tener un cambio de conciencia a los 30, que nacer y crecer orientado a ahorrar agua y energía, cuidar los animales y aprovechar los recursos naturales. No hay necesidad de formarse, porque ya se tiene el ‘instinto’.
Por: Tatiana Quinchanegua

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