En el Polo Sur se pierden 160 mil millones de toneladas de hielo anuales
PARÍS, FRANCIA (19/MAY/2014).- Las observaciones efectuadas en los últimos tres años por el satélite Cryosat demuestran que la Antártida pierde unos 160 mil millones de toneladas de hielo anuales, el doble de lo calculado en un estudio similar que abarcaba los cinco años anteriores, indicó hoy la Agencia Espacial Europea (ESA).
Las capas de hielo polares son uno de los principales contribuyentes a la subida del nivel del mar y la pérdida registrada por ese satélite de la ESA son suficientes para provocar por sí sola una elevación de 0.45 milímetros al año, señaló la organización en un comunicado.
Las zonas más afectadas, según los datos analizados por expertos del Centro británico de Observación y Modelización Polar, se encuentran en el oeste de la Antártica (134.300 millones de toneladas anuales), en el este (tres mil millones) y en la península (23 mil millones de toneladas).
El satélite Cryosat, lanzado en 2010, está equipado con un altímetro que puede medir con precisión la variación de altura de la superficie de hielo, lo que permite a los científicos ver la evolución con una exactitud sin precedentes.
"Hemos visto que las pérdidas de hielo más importantes se encuentran en el sector cercano al mar de Amundsen, (...) con niveles de adelgazamiento de entre 4 y 8 metros al año", explicó el profesor británico Malcolm McMillan, principal autor del estudio.
El desafío, de acuerdo con la ESA, radica en usar las pruebas recogidas para mejorar los modelos de predicción, ante la evidencia de que en esa parte del planeta se están produciendo cambios evidentes.
El satélite Cryosat, lanzado en 2010, está equipado con un altímetro que puede medir con precisión la variación de altura de la superficie de hielo, lo que permite a los científicos ver la evolución con una exactitud sin precedentes.
"Hemos visto que las pérdidas de hielo más importantes se encuentran en el sector cercano al mar de Amundsen, (...) con niveles de adelgazamiento de entre 4 y 8 metros al año", explicó el profesor británico Malcolm McMillan, principal autor del estudio.
El desafío, de acuerdo con la ESA, radica en usar las pruebas recogidas para mejorar los modelos de predicción, ante la evidencia de que en esa parte del planeta se están produciendo cambios evidentes.
Fuente: El Informador