1. Convierte todo en
fertilizante
Primero que
nada, si quieres tener una tierra saludable y llena de vida, tienes que
comenzar por añadir comida para los microbios que viven en ella. Esa comida
viene en la forma de fertilizante y otras materias orgánicas. Ya sea que hagas
fertilizante para lombriz o abono de cajas de cartón, crear tus propios
arreglos de materiales, que de otra forma se irían a la basura, es pan comido.
No sólo le
añades nutrientes a las plantas y microorganismos que son muy beneficiosos para
la tierra, sino que también ayudas con la retención del agua y
el drenaje de ésta y disminuyes además la cantidad de basura que envías al
vertedero.
2. Abono
2. Abono
El abono es una gran forma de reducir el
uso del agua, detener a la maleza y proteger la tierra de la erosión. También
mantiene a la tierra tibia, lo que significa que más nutrientes estarán
disponibles para las plantas que los necesiten. Por supuesto, puedes comprar el
abono en una tienda de jardinería, pero hay muchos materiales listos para usar
y que además son gratis. Cartón,
diarios, recortes de césped y hojas molidas son útiles. Incluso, si tienes suficientes plantas
creciendo en tu jardín, puedes intentar con el abono de cortar y colocar,
cortando donde veas que hay un crecimiento excesivo y dejar que lo que fue
cortado sirva de abono (algunas veces hago esto con hojas de acelga demasiado
grandes y duras).
3.Utilizar orina como fertilizante
Este probablemente no sea para todos, pero si utilizas como suplemento para los nutrientes de tus plantas aquellos fertilizantes comprados en las tiendas de cualquier tipo (orgánico o no), vas a querer considerar una fuente más cercana a la casa. No sólo la orina puede reemplazar a los fertilizantes sintéticos, sino que la investigación ha demostrado que los tomates cultivados con orina son mejores que sus contrapartes cultivados más convencionalmente. La mayoría de las fuentes sugieren diluir 1 parte de orina en 9 partes de agua.(Muchas personas sugieren simplemente orinar en las regaderas y después llenar el resto con agua de lluvia).
4. Rescatar semillas
y sacar brotes
Para los economizadores, rescatar semillas
es una gran manera de reducir el gasto de cada temporada de plantado. Con el
tiempo, también puedes engendrar variedades únicas de plantas que se hayan
adaptado a tu clima y condiciones específicos. Sin mencionar también,
variedades co-evolucionadas con la micro flora y fauna que habita en tu tierra.
Eso significaría menos instancias de enfermad y pestes y, esperemos, mejores
cosechas también. Vale la pena destacar que además puedes aumentar el número de plantas que estás
cultivando al cortar brotes –los tomates, por ejemplo,
pueden ser cultivados de los vástagos laterales que generalmente pellizcas
durante la poda
5. Recolectar agua de
lluvia
Recolectar agua de lluvia es otra de esas
actividades que ahorra dinero, ya que reduce tus cuentas de agua. Tal vez no es
tan conocida, pero la recolección de agua de lluvia puede beneficiar también a
las plantas de tu jardín. De acuerdo al Jardín Botánico de Brooklyn, entre los
beneficios del agua de lluvia encontramos que por lo general hay menos
contaminantes, se mantiene la temperatura ambiente y por lo tanto no conmociona
las raíces de las plantas como lo hace el agua de la llave. Aún
más, esta agua no está tratada con cloro, un químico que podría destruir
los microbios de la tierra e inhibir el crecimiento de las plantas.
6. Atrae a las abejas
La mayoría de las personas saben que los
polinizadores son una parte central de los procesos reproductivos de las
plantas. Debido a que mucho de lo que comemos es fruta o semilla, eso significa
que las abejas y otros polinizadores son parte central de lo que comemos
también. Por supuesto, puedes alentar a las abejas comprando costosas bolsas de
semillas de flores, pero hay maneras más baratas de hacerlo. Simplemente, dejar
que las plantas y la maleza florezcan, puede ser una gran forma de proveer
forraje (¡de todas formas no quería podar el césped!). Otra forma es dejar que
la madera muerta de los alrededores provea un hábitat natural para las abejas
solitarias. Aunque la manera más sencilla de apoyar a las abejas es dejar
de gastar dinero en químicos que las matan.
7. No remover
Esto algunas veces es difícil de entender
para los jardineros más tradicionales, pero un jardín de vegetales sin excavar
tiene fuertes argumentos a su favor. De acuerdo a los que proponen la
jardinería sin excavación, al construir un bancal elevado, en el que nunca se camina, con mucho abono y alimentado por las mejores mezclas de
gran cantidad de materia orgánica, se protegería la vida de la tierra,
incluyendo gusanos, microbios y hongos micorrícios, que juegan una parte
importante en el mantenimiento de la fertilidad de la tierra. Si es que la
jardinería sin excavación en verdad aumenta la productividad de cada planta, es
cosa de mucho debate en los foros online de jardinería. Sin embargo, ésta
puede reducir en gran cantidad el trabajo físico que se pone en cada “unidad”
de cosecha y aumenta la cantidad de carbono almacenado en la tierra.
Fuente: UPSOCL
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